Mezclar bacillus thuringiensis y aceite de neem es algo muy positivo. La combinación de productos naturales para el control de plagas es una práctica común entre jardineros y agricultores que buscan soluciones ecológicas. Dos de los más populares son el Bacillus thuringiensis (Bt), una bacteria que actúa como insecticida biológico, y el aceite de neem, un extracto vegetal con propiedades repelentes y fungicidas. Sin embargo, mezclarlos requiere entender sus mecanismos de acción y compatibilidad.
La pregunta surge porque muchos usuarios quieren potenciar la efectividad contra plagas combinando ambos productos, pero temen que interactúen negativamente. El Bacillus thuringiensis es específico para larvas de insectos (como orugas o mosquitos), mientras que el aceite de neem tiene un espectro más amplio (ácaros, pulgones, hongos). La duda principal es si al mezclarlos se neutralizan mutuamente o si, por el contrario, se complementan.
Además, existe confusión sobre cómo preparar la mezcla: ¿afecta el aceite de neem a la viabilidad de las esporas de Bt? ¿Se reduce la adherencia de alguno de los dos? En este artículo, exploraremos la ciencia detrás de esta combinación y ofreceremos pautas prácticas para aplicarla sin riesgos, asegurando que ambos productos cumplan su función de proteger cultivos y plantas ornamentales.
Mezclar bacillus thuringiensis y aceite de neem. Mecanismos de acción y compatibilidad científica
El Bacillus thuringiensis (Bt) actúa liberando toxinas que dañan el sistema digestivo de las larvas de insectos, causándoles la muerte en pocas horas. Su efectividad depende de que las esporas bacterianas permanezcan viables en la solución aplicada. Por otro lado, el aceite de neem contiene azadiractina, un compuesto que interrumpe el crecimiento y la alimentación de los insectos, además de tener propiedades antifúngicas.
La clave para mezclarlos está en la formulación. El aceite de neem puro no es miscible en agua y requiere un emulsionante (como jabón líquido). Este último, en cantidades moderadas, no afecta al Bt. Sin embargo, estudios indican que altas concentraciones de aceite de neem podrían reducir la viabilidad de las esporas bacterianas si la mezcla no se usa inmediatamente. Por ello, se recomienda preparar soluciones frescas y evitar almacenarlas más de 4-6 horas.
Otro factor es el pH. El aceite de neem puede acidificar ligeramente el agua, pero el Bt tolera un rango de pH entre 5 y 8. Si el agua usada es neutra o ligeramente alcalina, la combinación es segura. Para mayor certeza, realiza una prueba en pequeña escala: aplica la mezcla en una zona limitada del cultivo y observa durante 48 horas si hay efectos adversos en plantas o insectos beneficiosos.
Por lo tanto, mezclar bacillus thuringiensis y aceite de neem Sí, se puede hacer, pero hay que hacerlo correctamente para no reducir su eficacia. Primero, disuelve el Bt en agua según las indicaciones y luego añade el neem, mezclando bien y usándolo de inmediato. Es importante que el pH del agua sea menor a entre 5 y 8, aplicar la mezcla al atardecer para evitar la degradación del Bt por la luz solar y evitar la lluvia inminente. Aunque ambos son seguros para insectos benéficos, el neem puede afectar a algunos polinizadores si se aplica directamente sobre ellos.